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Congreso Nacional de la CNTE para analizar la situación nacional, sus batallas pasadas y futuras

(13 a 15 de mayo en Chiapas)

Pedro Echeverría V.

1. Cuando ingresé en 1960 a la SEP como profesor de primaria mi primera acción fue ingresar al Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) que encabezaba Othón Salazar; al poco tiempo ingresé al PCM al fundar –con cuatro compañeros más- en Mérida la corriente jruchoviana que venía a sustituir en el país al encinismo-stalinista. Dimos algunas luchas contra la dirigencia espuria del SNTE y publicamos volantes y periódicos. El “libro de texto gratuito” fue siempre nuestro guía en la escuela; le hacíamos críticas porque era producto de los gobiernos del PRI. Sin embargo, como siempre ha sucedido -por ignorancia nuestra- criticábamos nuestra jaulita, pero nunca nos dimos cuenta que la educación pertenecía a la gran jaula capitalista.

2. A mí lo que me interesa aclarar es eso de la jaula capitalista. A pesar de que me hice marxista, estudiando como loco y como activista, pensaba que mientras más escuelas, más niños, más maestros, más presupuesto educativo, se destinara a la educación, mejor sería para el país y sus habitantes. Por ignorante nunca pasó en mi mente preguntarme sobre el contenido de la enseñanza, qué se estaba enseñando y para qué. Nuestras críticas tontas eran que los alumnos no aprendían, que si la escuela no contaba con baños, que la directora estaba al servicio del gobierno y mil cosas más. Nadie se preguntaba para qué preparamos a nuestros niños, si tendrían un trabajo digno, si serían muy respetuosos, si se adaptarían a las normas establecidas.

3. Después de cinco años, fui profesor en secundarias, en preparatorias, en licenciaturas, incluso en posgrado, y después de jubilarme a los 42 años de profesor e investigador, repensé y concluí que había sido un simple profesor al servicio del sistema capitalista y que mis más de cinco mil alumnos ahorita están trabajando o buscando empleo para hacer más poderosa la jaula que nos controla durante siglos. Entonces recordé ese maravilloso trabajo de Platón “La Caverna” que nos explica cómo nos movemos, como luchamos, cómo estudiamos, cómo amamos, pero al fin dentro de la caverna de la cual no podemos liberarnos. Por ello me he planteado que la única idea válida, esencial, no es como nos acomodamos en la jaula, sino cómo podemos destruirla.

4. Cuándo recuerdo que los primeros profesores en el mundo estaban al servicio de los reyes, los príncipes, los monarcas; que los obligaban a enseñar a sus críos o hijos lo que era necesario para gobernar, no puedo dejar de pensar que mis compañeros profesores de todos los niveles también los obligan –mediante un pequeño pago- a enseñar lo que dicen los planes, los programas, los libros de texto y lo peor, sin una pequeña crítica a fondo del contenido. Yo me pasé la vida mentándoles la madre a los gobernantes, a los empresarios, pero ellos ni se enteraban; sabían que aunque la CNTE les exija democracia, libertad, igualdad, sólo son consignas políticas. La realidad es que las escuelas están abiertas para enseñar capitalismo.

5. ¿Qué significa enseñar capitalismo? Enseñar a ser disciplinado, ordenado, trabajador, deportista, obediente, religioso, consumidor, bien vestido y presentado; además No ser rebelde, contestatario, crítico, juguetón, enamorado. Seguir las normas. Esto y mucho más se enseñan en la escuela capitalista. Por ello los maestros –para contener cualquier rebeldía en la escuela- siempre están armados con una vara, usan voz fuerte, amenazan con la expulsión. No se les prohíbe a los maestros, pero se les entretiene para que no lean ninguno de los cinco libros del brasileño Paolo Freire, los de Ivan Illich (creador del CIDOC en Cuernavaca), Raitmer y su “Escuela ha muerto”. O ver en internet “La educación prohibida”.

6. Decía que desde 1960 fui sindicalista, pero también en la UNAM, en los años 75 a 77 fui uno de los dirigentes del Sindicato de Personal Académico de la UNAM (SPAUNAM) que convocó y mantuvo la gran huelga de 1976. Aunque pertenezco a la CNTE desde los 80, puedo decir que los sindicatos sólo han servido para vender mejor su trabajo; quizá lo mismo hay que decir de todos los sindicatos y agrupaciones en el sistema capitalista. ¿En qué mejora la vida de un trabajador con ganar unos pesos más si sigue haciendo lo mismo, teniendo la misma relación laboral y después de 30 años es un jubilado triste cuyos hijos y nietos seguirán haciendo lo mismo dentro de la misma jaula? Por ello no hay mejor pregunta que investigar cómo se puede romper la jaulota.

7. Se ha discutido mucho acerca del papel de los sindicatos y de los partidos en el sistema capitalista. Incluso los anarquistas, al discutir la “acción directa” deslindaban a los sindicatos de los gobiernos y de los partidos para confrontarse directamente con el patrón. En México se ha dado lo contrario: aquí todos los sindicatos y sus federaciones (CTM, CROC, CROM, SNTE, FSTSE, etcétera), así como los partidos políticos (PRI, PAN, PRD, etcétera) han sido del dominio total del gobierno mediante multimillonarios subsidios. Con López Obrador esto aún no se registra, pero había que esperar muchos acomodos, sobre todo después de las elecciones de junio próximo cuando el mucho oportunismo que se ha desatado en estos días se haga claro.

8. Los profesores de la CNTE –particularmente Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, CDMX- han demostrado en 40 años con sus masivas manifestaciones, plantones, mítines, meses de campamentos, bloqueos, que pueden hacer cosas diferentes. Lo único que deben profundizar es la pregunta: ¿Para qué educamos? ¿Preparamos estudiantes como “mano de obra barata para empresarios”? ¿Los preparamos para competir en el mercado capitalista del trabajo? ¿Los preparamos para que luego sean explotadores? ¿Los preparamos para que sean desocupados? La realidad es que yo los prepararía para que sean luchadores sociales que comprendan al mundo en que vivan para transformarlo radicalmente. No hay otra salida.

9. ¿Cómo se haría esto? La CNTE, así como lucha en las calles, tiene que pensar –de verdad pensar- en lo que hace; informarse, reflexionar, sobre los problemas de México y el mundo. Sobre todo saber que la educación, así como la economía, la cultura, la salud, la seguridad, la vivienda, etcétera están bajo el control estricto del Estado capitalista que es quien impone sus políticas y, para que sirvan realmente en directo beneficio de la población mayoritaria, pues obvio, es la comunidad quien debe gestionarla directamente. Los maestros, afortunadamente pueden comprender estos procesos. ¿Para qué sirve una organización fuerte, poderosa, si no tiene claro sus objetivos y la burguesía los entretiene en la jaulita? (4/V/21)

https://pedroecheverriav.wordpress.com

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